El atleta lesionado como un todo
Una lesión es de naturaleza multifactorial y produce daños en los tejidos, dando lugar a síntomas clínicos y distintos grados de inmovilización y reposo que afectan a la capacidad de rendimiento del atleta como un todo. Por lo tanto, cada lesión tiene que estudiarse en el entorno global del atleta, así que la recuperación funcional después de la lesión puede ser considerada como un fenómeno psicobiológico multivariado, incluyendo al atleta lesionado.
El regreso a las competiciones de forma segura después de la lesión es un proceso que debe involucrar al atleta lesionado como un todo, donde los miembros del equipo de rehabilitación deben trabajar juntos para estudiar los aspectos biológicos, neuromecánicos, metabólicos y psicosociológicos de la rehabilitación, con especial énfasis en las fases finales de la recuperación funcional, que debe realizarse en el campo.
Desde un punto de vista anatómico:
no basta con elegir qué técnica quirúrgica o conservadora sería la más adecuada para complementar la reestructuración anatómica o la reconstrucción de los tejidos lesionados, sino que también hay que tener en cuenta cómo estas técnicas afectan al objetivo final de obtener la mejor rehabilitación funcional posible del paciente
Desde un punto de vista funcional:
se han propuesto distintos criterios que inciden en la vuelta a la actividad deportiva de manera segura según las patologías. Por ejemplo, Joanna Kvist , en su artículo sobre la rehabilitación tras una lesión del ligamento cruzado anterior, propone que los criterios básicos que deben seguirse para que el paciente vuelva a la actividad deportiva son la estabilidad estática y funcional de la rodilla, la no existencia de dolor ni derrame, el rango de movilidad (ROM) completo, fuerza muscular y rendimiento.
El camino hasta el objetivo final
Los lugares de la rehabilitación:
Los atletas lesionados empiezan la rehabilitación lo antes
posible con sesiones de gimnasio y piscina, con intervenciones
específicas dirigidas a disminuir el dolor, el derrame,
aumentar el ROM, la propiocepción y la capacidad aeróbica
de acuerdo con protocolos bien establecidos.
- Este abordaje no sólo estimula el sistema musculoesquelético, sino que estimula la neuroplasticidad, preparando adecuadamente al paciente para las fases siguientes de la rehabilitación.
- Durante las primeras fases de la rehabilitación que se realizan en el gimnasio y en la piscina el estado de alerta del equipo de rehabilitación es normalmente muy elevado, y debe seguir así cuando el paciente empiece a realizar las carreras en el campo
- En este punto el riesgo de complicaciones y recaídas es muy elevado y el atleta podría reincorporarse al equipo con una recuperación neuromuscular incompleta
- Las fases finales de la recuperación que preceden a la reincorporación deportiva del atleta deben realizarse en un campo de rehabilitación específico (rehabilitación de campo) y bajo control de especialistas en rehabilitación de campo
Referencia:
Roi,G.S.Apunts Med Esport. 2010;45(167):181-184
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